JUANA 1

A veces Juana se miraba

al espejo, como por casualidad,

descubría y lamía

con dulzura, sus heridas,

que supuraban tan denso

como el dulce de manzana,

desprendiendo un olor ácido

y penetrante, que se pegaba

a la piel irremediablemente.

Juana vomitaba su dolor

caliente y rectilíneo.

Poco a poco dominaba su ira,

apretando los puños

en el azogue de ése espejo,

que hasta el día siguiente,

no le devolvería la imagen;

de nuevo contrahecha.

María Otal

Recital de la Poesía de María Molina en el Boston

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Maravillosa poesía la de María Molina y el lugar, El Boston de Zaragoza, precioso... fué una tarde memorable, gracias a todos. Público y compañeros.

RECITAL DE POESIA DE LA TERTULIA CAFÉ VAN GOGH

Rafa Castillejo

Manolo Quelle

Todos los integrantes del grupo

Inmaculada Marqueta


El miércoles, 26 de mayo del 2010, la Tertulia Literaria del Café Van Gogh, recitó y leyó, los poemas y relatos que sus integrantes escriben.
Como presentador estaba Rafa Castillejo, una persona muy válida y con una experiencia innegable, que nos condujo magistralmente en ese escenario.
Manolo Quelle, músico reconocido, nos acompañó a la guitarra y cantó tres canciones, que dieron al recital un aire nuevo y ligero. Entre las canciones, sonó una compuesta por él mismo y cuya letra se debe a la pluma de nuestra compañera y amiga Teresa Arbex.
En resumen, un acto emotivo y lleno de frescura que quedó precioso.
Después del recital, y como colofón de la jornada, nos fuimos a cenar.
Gracias a todos por tan bonito acto.
María Otal

QUIZÁS ESTÁ LLOVIENDO


Quizás está lloviendo

y no te crea…

Tal vez en su reflejo,

la luna sea fértil

y me done sus alas,

salidas de la lluvia.

Levite. Se aproxime.

M e detenga al borde del abismo

desnuda e indolente.

Quizás está lloviendo

y no te quiera.

Tan sólo en un recodo

se ovillen los poemas

y me pienses

como un tiempo de asedio,

sin el color

del rojo de cereza



María Otal

II

Mándame los peces de colores
en las letras malva
de tus versos
y ciégalos
si no quieres
que reconozcan mis lágrimas,
si no quieres
que su gesto se acartone
o me devore.

María Otal
20-05-08

III

Al mirar al infinito
lá línea del horizonte
se había fracturado
en dos mitades
igualmente siniestras.


María Otal
24-04-08

I

Descubrir en su piel
el tambor que me convoque
inesperadamente,
un redoble viajero
a contradirección
o el compás atávico
de un principio
sin fin.

María Otal
28-04-08






Yo misma, en Gallur

Recital en la iglesia de Gallur

Recital en la Iglesia de Gallur

Tu amor es una cárcel

Tu amor es una jaula
dónde duerme la fiera
que habita mis entrañas
y cuando se despierta
tu amor es la barrera,
la verja en las montañas
que no dejas abierta.

Quiero subir al cielo,
mirar al horizonte
oír silbar al viento…

Quiero que la noche me toque
que me rasgue el vestido,
que me lleven sus alas
volando al firmamento.

Quiero decir tu nombre
quitárselo a la luna,
robárselo al silencio.

Quiero que lleve la vida,
que me rompa los miedos,
que me acerque a la orilla
y me dé algún remedio.

Tu amor es una cárcel
apresando mi alma
con barrotes en flor
y cuando me acaricias
tu voz es la cancela,
la llave, el eslabón,
el mandala que llena
de paz mi corazón.


María Otal
07-09-06

Soneto II

Tú libaste el néctar de mi boca lentamente
como roba la luna la paz de tu ventana,
me pintaste en la cara el asombro del demente
que huye, del influjo, de una historia lejana.

Despojaste de mí la vestimenta otra noche,
de nuevo, el ángel del perdón, volvió de lejos,
esperé agazapada la excusa de azabache
que pusieran en tu boca al mirarme, tus ojos.

Voló la fantasía y se estrelló inmisericorde…
no relincha en el monte la tarde adormecida,
casi yerta, se retuerce y apenas es acorde,

un indicio fugaz de que no está perdida.
Así tan despacito se va esperando todo
cuando ya no hay manera de hacerlo de otro modo.


María Otal
07-09-06

Soneto

Hoy lloraban las sombras de la mano
buscando tu piel sobre la almohada,
agridulce me llenabas los labios
que jugaban mintiendo a ser granada.

Me ofrendaste tu aliento en monodosis
y tembló mi corazón como una hoja,
no hubo magia, el olvido nos llamó,
tal vez, dejó mi sangre de ser roja.

Ya no puedes volverme compañera
ni en las tardes de junio, tras la siesta,
buscarme como pez en la pecera.

Me desgarra tu amor como una fiera
y aquello que soñé, cual una fiesta,
lo dispensas, feliz, a quién lo quiera.


María Otal
06-08-06

Imperdiblemente

Sus ojos cierran relámpagos.
Del ímpetu del fuego
a la quemazón del hielo
hay una insignificante línea fortuita
donde uno aprende a convencerse.
Del sueño finito, las raíces
juegan con su pecho de hojalata
que parece destruirse…
Ave Fénix de ida y vuelta,
imperdiblemente exacto;
fiel como el propio latido.

María Otal
12-03-07

Lo recorrí con mano plácida

Lo recorrí con mano plácida
hasta dolerme la voz
y dejar sobre la mesa
la vida cuarteada.
Llegados a este punto
pensé en tantas cosas…
tantas cosas
inigualables,
inextinguibles,
inapreciables,
que la lluvia dejó sobre mis pies
el cerco de la deuda,
el desencanto.
La despedida brotó
como un manantial
que nace oculto
entre la maleza.


María Otal
22-01-07

Te repliegas

Te repliegas;
duermes sobre el mármol
como una estatua griega,
me abres violeta el corazón
al echarme tu aliento,
que va desvaneciéndose
en mis dedos de reina,
poco antes de morirme.

Es tan suave el aceite,
tan indefinible,
que volveré a buscarte,
por un segundo,
entre mis piernas.

María Otal
11-06-07

...Y que nada te turbe

... Y que nada te turbe.
Cuando mires al cielo
que los ojos reciban
ese tono diáfano
del azul que yo veo.
Que deriven los rayos
y al alzar tus pupilas
casi todo se inunde
de la luz conque miras.
... Y que nada te falte.
Ni siquiera el instante,
ni la voz, ni los versos,
ni el poeta que cante
de otros labios tus besos.

Recital presentacion libro de Miguel Angel






































Las dos manos

En mi mano derecha
la puerta de la vida
cerrada y puesta la cadena,
nada que mirar,
a nadie que pedir perdón,
tal vez a mi misma;
yo y mi timidez.

En mi mano izquierda
el vacío, la ruina irremediable
condensada en minúsculos efectos,
todo por descubrir,
todos a quién recordar,
quizás a mi misma;
yo y mi inhóspita vida.


María Otal
04-11-06

No me perdones

No me perdones, amor,
no me perdones…

Déjame extrañarte
siete días por semana
sabiéndote mío.

Déjame sedienta
con la abundancia
del cauce desbordado.

Déjame hambrienta
con las viandas expuestas
en la vitrina.

Déjame ausentarme
con la distancia prohibida
del hijo pródigo.

Pero no me perdones, amor,
no me perdones
hasta que no sepa
contar las estrellas
de una en una.

María Otal
19-02-07

...Y se aleja

Sé que no debiera despertarte,
que ya llegamos tarde
a las aguas inermes
y a la piedra.
Ya nada nos separa
ni nos justifica.
Aquello que tuvimos
es un reloj blando
que atraviesa las grietas
de la piel
y se infiltra en el tono marmóreo
de éste largo peso.
El tiempo no se recupera;
en un amago se inflama
y levita como un globo estático
que se aleja…
como un globo
que se aleja
… y se aleja
en un viaje sin retorno.

María Otal
19-02-07

¿Qué tanto?


¿Qué noche me soñaste,
sin apenas pensarte
supuraron mis llagas?
-Me llagaste hasta el fondo
en lo profundo
del agua.

¿Qué tanto me inventaste,
si del hecho de verte
se rasgaron murallas?
-Destronaste mi espacio
en lo más frondoso
del aire.

¿Qué más me quisiste,
si del tacto nacieron
los mayores desórdenes?
-Abortaste la nota floral
del interior absoluto
del fuego.


María Otal
19-02-07

Quizás está lloviendo...

Quizás está lloviendo
y no te crea…

Tal vez en su reflejo,
la luna sea fértil
y me done sus alas,
salidas de la lluvia.
Levite. Se aproxime.
M e detenga al borde del abismo
desnuda e indolente.

Quizás está lloviendo
y no te quiera.

Tan sólo en un recodo
se ovillen los poemas
y me pienses
como un tiempo de asedio,
sin el color
del rojo de cereza
y ésa tibieza angosta
de las palabras inaudibles.


María Otal
19-02-07

A los ojos

A los ojos, que rojos,
hilvanaban cuentas
y fulgían fogatas inextinguibles
en la noche parada.
A los ojos, que iracundos,
envolvían deseos
y aniñaban instantes inolvidables
en la tarde siniestra.
A los ojos, que cerrados,
cincelaban poemas
e incrustaban milagros piadosos
en la mañana inconstante.

María Otal
12-02-08

Que la noche no te busque

Que la noche no te busque
cuando se sienta tirana,
que no te llame, si acaso,
te duermes una mañana.

Que la noche no te vista
con el rigor de su luto,
ni deje sobre tus labios
un beso frío y enjuto.

Que la noche sea noche
sólo si tu lo quisieras,
que te envuelva con su manto

si alguna vez lo pidieras.
Que la noche con su canto
no te brinde el desencanto.

María Otal
21-05-07

APATRIDAS

Hombres con sonrisa lobuna
bajaron de la cima…
el morral rebosante
de carne fresca
y sin cicatrices;
en los ojos
la soberbia inyectada
hasta hacer del iris un mapa.
Llegaron pensando,
que la conquista
no iba a ser fratricida
ni el botín de guerra
una tragedia.
Todo quedó blanco, deforme,
grabado en la memoria con cincel.
Aquéllos hombres de sonrisa lobuna
que bajaban de la cima
nunca encontraron su hogar,
siguen siendo apátridas.

María Otal
21-05-07