¿Qué tanto?


¿Qué noche me soñaste,
sin apenas pensarte
supuraron mis llagas?
-Me llagaste hasta el fondo
en lo profundo
del agua.

¿Qué tanto me inventaste,
si del hecho de verte
se rasgaron murallas?
-Destronaste mi espacio
en lo más frondoso
del aire.

¿Qué más me quisiste,
si del tacto nacieron
los mayores desórdenes?
-Abortaste la nota floral
del interior absoluto
del fuego.


María Otal
19-02-07