Tu amor es una cárcel

Tu amor es una jaula
dónde duerme la fiera
que habita mis entrañas
y cuando se despierta
tu amor es la barrera,
la verja en las montañas
que no dejas abierta.

Quiero subir al cielo,
mirar al horizonte
oír silbar al viento…

Quiero que la noche me toque
que me rasgue el vestido,
que me lleven sus alas
volando al firmamento.

Quiero decir tu nombre
quitárselo a la luna,
robárselo al silencio.

Quiero que lleve la vida,
que me rompa los miedos,
que me acerque a la orilla
y me dé algún remedio.

Tu amor es una cárcel
apresando mi alma
con barrotes en flor
y cuando me acaricias
tu voz es la cancela,
la llave, el eslabón,
el mandala que llena
de paz mi corazón.


María Otal
07-09-06

Soneto II

Tú libaste el néctar de mi boca lentamente
como roba la luna la paz de tu ventana,
me pintaste en la cara el asombro del demente
que huye, del influjo, de una historia lejana.

Despojaste de mí la vestimenta otra noche,
de nuevo, el ángel del perdón, volvió de lejos,
esperé agazapada la excusa de azabache
que pusieran en tu boca al mirarme, tus ojos.

Voló la fantasía y se estrelló inmisericorde…
no relincha en el monte la tarde adormecida,
casi yerta, se retuerce y apenas es acorde,

un indicio fugaz de que no está perdida.
Así tan despacito se va esperando todo
cuando ya no hay manera de hacerlo de otro modo.


María Otal
07-09-06

Soneto

Hoy lloraban las sombras de la mano
buscando tu piel sobre la almohada,
agridulce me llenabas los labios
que jugaban mintiendo a ser granada.

Me ofrendaste tu aliento en monodosis
y tembló mi corazón como una hoja,
no hubo magia, el olvido nos llamó,
tal vez, dejó mi sangre de ser roja.

Ya no puedes volverme compañera
ni en las tardes de junio, tras la siesta,
buscarme como pez en la pecera.

Me desgarra tu amor como una fiera
y aquello que soñé, cual una fiesta,
lo dispensas, feliz, a quién lo quiera.


María Otal
06-08-06

Imperdiblemente

Sus ojos cierran relámpagos.
Del ímpetu del fuego
a la quemazón del hielo
hay una insignificante línea fortuita
donde uno aprende a convencerse.
Del sueño finito, las raíces
juegan con su pecho de hojalata
que parece destruirse…
Ave Fénix de ida y vuelta,
imperdiblemente exacto;
fiel como el propio latido.

María Otal
12-03-07

Lo recorrí con mano plácida

Lo recorrí con mano plácida
hasta dolerme la voz
y dejar sobre la mesa
la vida cuarteada.
Llegados a este punto
pensé en tantas cosas…
tantas cosas
inigualables,
inextinguibles,
inapreciables,
que la lluvia dejó sobre mis pies
el cerco de la deuda,
el desencanto.
La despedida brotó
como un manantial
que nace oculto
entre la maleza.


María Otal
22-01-07

Te repliegas

Te repliegas;
duermes sobre el mármol
como una estatua griega,
me abres violeta el corazón
al echarme tu aliento,
que va desvaneciéndose
en mis dedos de reina,
poco antes de morirme.

Es tan suave el aceite,
tan indefinible,
que volveré a buscarte,
por un segundo,
entre mis piernas.

María Otal
11-06-07

...Y que nada te turbe

... Y que nada te turbe.
Cuando mires al cielo
que los ojos reciban
ese tono diáfano
del azul que yo veo.
Que deriven los rayos
y al alzar tus pupilas
casi todo se inunde
de la luz conque miras.
... Y que nada te falte.
Ni siquiera el instante,
ni la voz, ni los versos,
ni el poeta que cante
de otros labios tus besos.

Recital presentacion libro de Miguel Angel