Te repliegas

Te repliegas;
duermes sobre el mármol
como una estatua griega,
me abres violeta el corazón
al echarme tu aliento,
que va desvaneciéndose
en mis dedos de reina,
poco antes de morirme.

Es tan suave el aceite,
tan indefinible,
que volveré a buscarte,
por un segundo,
entre mis piernas.

María Otal
11-06-07