...Y que nada te turbe

... Y que nada te turbe.
Cuando mires al cielo
que los ojos reciban
ese tono diáfano
del azul que yo veo.
Que deriven los rayos
y al alzar tus pupilas
casi todo se inunde
de la luz conque miras.
... Y que nada te falte.
Ni siquiera el instante,
ni la voz, ni los versos,
ni el poeta que cante
de otros labios tus besos.